Cuando pensamos en un huevo, lo imaginamos blanco o marrón. Esa es la norma en casi cualquier supermercado. Pero hay gallinas que rompen la regla: ponen huevos de un color sorprendente, azul celeste, como si hubieran pasado por un filtro de Photoshop. Esta curiosidad de la naturaleza no es un mito ni una moda pasajera: es un fenómeno genético con raíces en la historia de los pueblos indígenas de Chile, que hoy ha llegado a granjas de medio mundo.
El origen: las gallinas araucanas
La historia comienza en Sudamérica, concretamente en el sur de Chile. Allí, el pueblo mapuche criaba desde hace siglos una gallina muy particular: la Araucana. A diferencia de otras razas, esta ave se caracteriza por tener orejillas emplumadas y, sobre todo, por poner huevos de un azul turquesa tan intenso que parecen teñidos.
Cuando los colonizadores europeos se encontraron con estos animales en el siglo XVI, se quedaron tan fascinados que empezaron a llevarlos a otros países. Con el tiempo, la gallina araucana se cruzó con otras razas, dando lugar a variedades como la Ameraucana en Estados Unidos o la Cream Legbar en Inglaterra, todas ellas con la misma peculiaridad: huevos azules o verdes.
¿Por qué son azules?
Durante mucho tiempo, los granjeros pensaron que se trataba de una simple rareza hereditaria. Hoy sabemos que la explicación está en el ADN de la gallina.
Un equipo de científicos descubrió que el color azul se debe a un retrovirus antiguo que se insertó en el genoma de estas aves hace miles de años. Ese virus modificó la forma en que el organismo produce biliverdina, un pigmento que normalmente se encuentra en la bilis. En lugar de acumularse solo en la cáscara, como pasa con los huevos marrones, este pigmento se deposita en toda la estructura del huevo, dando lugar al característico tono azulado.
El hallazgo sorprendió a la comunidad científica porque demuestra cómo los virus pueden dejar huellas permanentes en la evolución de los animales… y en este caso, también en nuestro desayuno.
¿Saben diferente?
Uno de los mitos más repetidos es que los huevos azules tienen un sabor distinto o que son más saludables. En realidad, los estudios han demostrado que nutricionalmente son iguales a los huevos blancos o marrones. La diferencia está únicamente en el color de la cáscara.
Eso sí, los consumidores a menudo los perciben como más “naturales” o “exóticos”, lo que ha disparado su precio en mercados gourmet. En algunos países europeos, una docena de huevos azules puede costar casi el doble que una de huevos normales.
La moda de los huevos de colores
Lo curioso es que no todas las gallinas azules ponen huevos iguales. Las Araucanas suelen dar un tono celeste intenso, mientras que otras razas producen huevos verde oliva, resultado de un cruce entre gallinas que ponen huevos marrones y gallinas “azules”. Así, en algunos corrales se pueden encontrar auténticos arcoíris de huevos: blancos, marrones, azules y verdes.
En redes sociales, estos huevos se han convertido en una tendencia. Fotos de cestas multicolor circulan cada vez más, alimentando el interés por estas razas peculiares. Para algunos, tener gallinas araucanas en casa es un capricho estético; para otros, un negocio rentable en el mercado de los productos “únicos”.
Entre la ciencia y la tradición
Mientras en las ciudades estos huevos se convierten en un producto de lujo, en el sur de Chile siguen teniendo un valor simbólico. Entre los mapuches, las gallinas araucanas eran parte de la vida cotidiana y sus huevos azules se asociaban a la fertilidad y la buena suerte. Su llegada a las mesas europeas es una prueba más de cómo un conocimiento local puede acabar influyendo en la cultura global.
Un futuro colorido
El fenómeno de las gallinas de huevos azules es un recordatorio de que la naturaleza aún guarda sorpresas. Lo que empezó como una rareza genética en un rincón de Sudamérica hoy forma parte de un mercado en expansión. Puede que en unos años sea común ver huevos azules y verdes en cualquier supermercado, y que lo que ahora nos parece extraño se convierta en rutina.
En 10 segundos
- Algunas gallinas, como la Araucana, ponen huevos azules gracias a un retrovirus en su ADN.
- El color se debe al pigmento biliverdina, presente en toda la cáscara.
- Nutricionalmente son iguales a los huevos blancos y marrones, pero más caros por su rareza.
- Tienen un origen cultural mapuche y hoy se crían en todo el mundo.