La expresión «marear la perdiz» ha sido utilizada a lo largo de los años en diversas conversaciones pero, ¿alguna vez te has preguntado qué significa realmente y de dónde proviene?

Originalmente, esta frase se refiere a la práctica de marear a la perdiz, un ave que se vuelve desorientada y confusa cuando es perseguida. Los cazadores, al hacer ruido y moverse de manera errática, logran que la perdiz se pierda y, en consecuencia, sea más fácil de atrapar.

Un toque de humor en la vida cotidiana

Hoy en día, usamos esta expresión para describir situaciones en las que alguien está evitando tomar decisiones o está dando vueltas innecesarias a un asunto.

Por ejemplo, si alguien está discutiendo sobre algo porque no se decide, podrías decirle: «Deja de marear la perdiz y elige ya».

Es interesante cómo esta expresión, que proviene de la caza, ha logrado entrar en nuestro lenguaje cotidiano de una manera tan divertida.

Así que la próxima vez que escuches a alguien marear la perdiz, ¡ya sabes que lo que realmente quiere es evitar el compromiso!